La buena suerte es como la economía: cíclica.
Desde siempre cuando las cosas me han salido mal, mi madre me ha dicho: "tranquila hija, que después de un mal día siempre llega otro mejor". Sin embargo, hoy me he dado cuenta que no, que mi vida es peor: para un día de buena suerte, me tocan 100 de los denominados "me ha mirado un tuerto".

Ayer, fue un día perfecto. Todo eran buenas noticias y nada podía salirme mal, hasta pusieron desayuno con diamantes en la tele. Creo que si hubiera hechado la lotería también me hubiera tocado. Era de esos días en los que dices: "por fin me salen las cosas bien, ya me tocaba".

Hoy, por el contrario, mi vida vuelve a su rutina, es decir a los problemas dentro y fuera. No quiero ser demasiado dramática pero es que es verdad: acumulo toda la mala suerte de mi ciudad. ¿Por qué las cosas no pueden ser más fáciles?

Definitvamante tendre que hacer como Audrey, irme a desayunar sola para pasar los malos días



pdt- quiero decir que no estoy muy de acuerdo con las ideas de la peli peor aún así me encanta!